Recuperamos un resumen de la entrevista que en diciembre de 2021 realizó Sandra Faginas a Fernando Valladares para La Voz de Galicia, toca varios aspectos, alguno de ellos relacionado también con el modelo de producción y consumo de alimentos. .
Fernando Valladares es doctor en Ciencias Biológicas, profesor de investigación en el CSIC. Sus conocimientos y sobre todo su manera de exponerlos lo han convertido en uno de los referentes de la crisis del covid por su valentía y su claridad. «Yo no he inventado nada nuevo, no tengo otro mérito más que recoger los informes que muchos otros colegas han estados elaborando y que llevamos más de 30 años difundiendo», apunta Valladares. «Van a venir más pandemias y tenemos la solución delante de nuestras narices».
-Ahora urge una vacuna para el covid-19, ¿después necesitaremos la del covid-20, covid-21…? ¿Es esa una manera de afrontar las crisis?
-Eso es lo que me gustaría destacar: nunca podremos llegar a tiempo, la vacuna es algo reactivo: reaccionas ante algo, pero nunca una vacuna se va a anticipar al problema.
-¿Cómo podemos evitar las pandemias entonces?
-Un mecanismo, una forma muy general, muy inespecífica y por lo tanto imperfecta es la propia naturaleza: el estado del medio ambiente. Un medio ambiente en sentido amplio, que funcione bien, que contenga el adecuado y correcto número de especies y de relación entre las especies. Un ecosistema que funcione bien cumple muchas funciones. Y una que teníamos delante y la gente se olvida es la de amortiguar una zoonosis, una enfermedad infecciosa.
La naturaleza nos ayuda a convivir con los patógenos, un buen patógeno no mata al hospedador, un buen patógeno convive con él por la cuenta que le trae. Un patógeno ni es listo ni es tonto, es seleccionado en aquella variedad que es capaz de mantener el mayor número de ellos. Ese agente infeccioso va a ser seleccionado para no matarnos y tenemos que contar con el apoyo de la naturaleza. Para que mientras eso ocurra no estemos tan expuestos, tan vulnerables para que la carga vírica se diluya y el riesgo de infección se amortigüe. Eso lo va a hacer un ecosistema que funcione bien.
-Entiendo que no es que de pronto un virus salte y nos contagie.
-Sí, no es que de pronto una persona vaya al bosque y le muerda un murciélago, no. No es solo eso, que puede ocurrir de forma anecdótica. Pero esta vez se ha liado una cosa y otra y otra. Nos hemos traído un animal estresado, de un bosque alterado, de un sitio en el que las probabilidades de que surgieran patógenos por mutación eran altas, hemos maltratado a los animales, los hemos tenido en condiciones poco salubres, los hemos tenido con un estrés muy alto y esto hace que el animal tenga una carga vírica elevada. Todo esto suma y entonces las probabilidades de que salte a un humano son enormes.
-¿Hacen falta más animales para que haya menos virus?
-Sí, es el concepto de diversidad biológica. Tiene varios niveles, como tú dices, muchos animales, muchas especies, pero también es importante la diversidad genética. La diversidad dentro de una especie. Tenemos que favorecer la diversidad en sentido amplio. Te pongo el ejemplo de la gripe aviar, que ha habido varios casos en China, epidemias que no son pandemias, pero se salen de lo local.
¿Qué ocurre? Tenemos gallinas estresadas en una granja, con una carga vírica alta y todas las gallinas son primas hermanas, así que tienen una variabilidad genética muy baja. Entonces cuando el patógeno entra en una granja donde todos son parientes similares, se contagian y se mueren todos. Al final el virus salta, se te escapa. Ese mismo principio de precaución hay que tenerlo con cualquier ecosistema, conservarlo bien, y debemos aplicarlo también a una explotación forestal, a una explotación ganadera…
-Lo del estrés y la carga vírica lo expresas muy bien con el herpes.
-Los patógenos están ahí y muchos los tenemos dentro, coexistimos con ellos, y cuando estamos estresados y con las defensas bajas, salen. Pero no podemos pretender que todo un ejército de soldados o de médicos exterminen a todos los perros que tengan la rabia, a todos los murciélagos que llevan no sé qué. Porque tendría que haber un cuerpo sanitario que desinfectara todas nuestras ventanas, nuestros zapatos, tendríamos que matar toda la vida y aun así algún virus se escaparía. Es matemáticamente imposible que anticipemos todos los riesgos, por dónde nos va a venir el próximo virus.
La naturaleza no es perfecta, y esta vacuna metafórica no estoy diciendo que sea equivalente a una vacuna hecha en un laboratorio. No es perfecta, pero es muy buena, es amplia, no es específica y es muy buena para lo que está por venir, que no sabemos lo que es.
-¿El cambio climático va a matar a mucha gente?
-El cambio climático estaba ahí y reacciona de una manera complicada. No lo podemos olvidar, no es una broma y se lleva por delante a mucha gente. Hace que la naturaleza no funcione y nos hace vulnerables. Es un círculo vicioso, un problema lleva a otro. El cambio climático acentúa pandemias, las pandemias otras catástrofes, al final el origen del problema es que la naturaleza no funciona bien.
Estamos contaminando, explotando… Tenemos que cambiar el modelo socioeconómico.
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