El paté de remolacha es un producto sencillo y muy rico. Los patés vegetales son una alternativa muy saludable para picar entre horas, sobre todo si los acompañamos de frutas y verduras frescas para dippear. El paté es similar a la receta de hummus que os mostramos hace un tiempo, pero en este caso no lleva garbanzo, sino semillas de girasol, lo que le da un sabor más suave, aunque quizás la textura sea algo más tersa.
INGREDIENTES
- 2 remolachas medianas previamente cocida
- 200gr de semillas de girasol.
- Medio diente de ajo (o 1 diente pequeño entero, añadir al gusto)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- El zumo de medio limón
- 1-2 onzas de queso padano
- Semillas de sésamo para decorar
- 1 manzana verde
Preparación
Activa las semillas previamente:
Pon las semillas en remojo con agua (que las cubra bien, ya que se van a inchar un poco, según la semilla) durante 6-8 horas. Para las semillas pequeñas puede ser suficiente con 2 ó 4 horas.
Escurre las semillas y enjuagalas bien con agua nueva. Ten en cuenta que en el agua del remojo se habrán quedado las sustancias que no queremos ingerir.
Cuece las remolachas previamente:
Ponemos a cocer la remolacha con piel en una cazuela con agua hirviendo durante 60 minutos aproximádamente, hasta que esté blanda.
La escurrimos, dejamos que temple un poco y la pelamos.
Cuando ya tenemos la remolacha y las semillas preparadas, mezclamos todos los ingredientes y batimos hasta tener una textura suave. La pasta resultante la vamos a mezclar con un chorro de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
Si no tienes una batidora muy potente, ralla previamente la remolacha para que sea más fácil conseguir una buena textura.
Si la crema te ha quedado con una textura un poco terrosa agrega un poco más de aceite de oliva o un chorrito de agua mineral y remueve con unas barillas para terminar de darle la consistencia de paté.
Para servir cortamos unas rodajas de manzana verde (cuanto más finitas mejor) y decoramos con semillas de sésamo.
