En Euskadi dentro de la red de escuelas públicas diariamente se reparten 92.000 menús.
Si hacemos números, vemos que al año se reparten más de 16 millones de menús en nuestras escuelas públicas, todos ellos gestionados por 7 empresas de restauración colectiva (catering). Todo esto porque la Orden de marzo del 2000 aprobada en el Parlamento Vasco, sólo contempla un modelo de gestión, la “Gestión Directa”, esto es, gestionado únicamente por empresas de catering. Esto ha supuesto que poco a poco hayan desaparecido las cocinas en las escuelas, y con ello la elaboración de los menús en ellas.
Este cambio de modelo de gestión fue un proceso doloroso en muchas cocinas escolares, ya que les supuso perder gran parte del control (sin ninguna necesidad aparente) sobre la alimentación de las niñas y niños de su escuela. De golpe y porrazo se cortaron las relaciones con la carnicería, con el mercado, con la panadería, con las y los pescadores del puerto, con las y los baserritarras. La empresa pasaría a encargarse de las compras y de todo el proceso.
Por lo que muchas familias nos preguntamos muchas veces ¿Qué comen nuestras hijas e hijos?
Las empresas que dan servicio a estos comedores, informan puntualmente a las familias de los menús que reparten, e incluso a veces de sus valores nutricionales, pero no son tan transparentes cuando se les solicita información sobre la procedencia de los alimentos o de la calidad de los mismos.
El pasado 14 de octubre del 2013 se interpuso una denuncia en el registro de la Autoridad Vasca de la Competencia, donde se solicitaba la investigación de las 7 empresas que han dado servicio a los comedores escolares, por presunto acuerdo de precios desde hace por lo menos 12 años. Esta semana pasada se ha publicado la resolución y ha certificado esta sospecha, por lo que se ha sancionado con 18 millones de euros a estas empresas de catering, por haberse puesto de acuerdo para repartirse este mercado tan jugoso.
En los últimos 12 años el coste de estos servicios asciende a más de 800 millones de euros, un 65% ha sido costeado por las familias y el 35% por el Gobierno Vasco. Teniendo en cuenta que este “cartel” de empresas tenia pactado los precios, podemos afirmar que este fraude ha repercutido negativamente tanto en las familias como en las arcas públicas. Un hecho muy grave ya que estamos hablando de una contratación pública para la alimentación de nuestros/as hijas e hijos.
Por todo esto y más, cada día son más las familias que demandan un nuevo modelo de gestión en los comedores escolares, un modelo donde se recupere el derecho a decidir sobre la gestión de los menús de nuestros/as txikis. Un modelo que se adapte en cada caso a la realidad de cada centro, y para ello es imprescindible la flexibilización del actual decreto de comedores escolares, que lleva vigente desde el año 2000.
Existe una verdadera oportunidad y necesidad para que los menús se compongan de productos producidos por nuestros/as baserritarras, con pescado de nuestros puertos y transformados por nuestros/as artesanos/as, en definitiva con alimentos de cercanía, lo cual reforzaría nuestra economía local y nuestro sector primario.
Por lo que la Plataforma Gure Platera Gure Aukera demandamos:
*Que los 18 millones de la multa reviertan en los propios comedores escolares afectados para poder desarrollar diferentes iniciativas
*Una modificación en el decreto del año 2000, incluyendo la posibilidad de que los centros que así lo demanden puedan tener su gestión propia del comedor, facilitándoles para ello una transición.
+ info: Gure platera, gure aukera