La crema caramelizada de zanahoria es un plato a medio camino entre un entrante y un postre o entre lo dulce y lo salado. Es una receta de la gran chef Fina Puigdevall del restaurante Les Cols. Una propuesta de lo más original para sorprender a tus comensales, pero a la vez deliciosa y llena de sabor.
Aparece en el libro “Cocina Catalana para hacer en casa”, y nosotros la hemos recogido de la web de Esther Clemente.
Fina nos dice que es muy importante que se prepare con zanahorias tiernas de primera calidad.
La crema hace un guiño a la riquísima crema catalana típica de esas tierras. Sin duda, una sencilla receta de alta cocina para repetir en ocasiones especiales.
Ingredientes para 4 personas:
- Zanahoria
500 g
Aceite de oliva virgen extra
100 ml
Vainilla
1
Piel de naranja
1
Agua mineral
Azúcar moreno para caramelizar
50 g
Cómo hacer crema caramelizada de zanahoria
Dificultad: Fácil
- Tiempo total
32 m
Elaboración
10 m
Cocción
22 m
Comenzaremos pelando las zanahorias, las cortamos en rodajas y las rehogamos en un cazo junto con el aceite de oliva hasta que ablanden ligeramente. Una vez que estén bien rehogadas las cubrimos con agua mineral y las dejamos cocer a fuego lento hasta que estén tiernas. Cuando ablanden las escurrimos y reservamos.
Cortamos la media vaina de vainilla y le raspamos su interior con la punta de un cuchillo, añadimos la vainilla a las zanahorias cocidas. Rallamos la naranja y se la agregamos también a la zanahoria.
Trituramos con una batidora potente hasta que se obtenga una crema fina y de textura aterciopelada. Reservamos en la nevera.
Cuando la vayamos a servir, repartimos la crema en boles pequeños, vasitos o cuencos, y espolvoreamos con azúcar moreno. Requemamos con un soplete de cocina hasta que quede la superficie caramelizada. Decoramos con unas hojas de las ramas de la zanahoria.
Esta crema caramelizada de zanahoria también se podría servir como postre, o como entrante semi-dulce para comenzar una comida. A la hora de guardar las cremas en el frigorífico dejarlas sin caramelizar, solamente quemar el azúcar justo en el momento de servirlas para que este se mantenga crujiente y no pierda agua encima de la crema.