Teba, la chica de las recetas, comparte con nuestro grupo de consumo Errilur esta nutritiva reflexión “Ecológico versus Agroecológico”. Eskerrik asko!

Con motivo de las II Jornadas Jan ta Jabe celebradas en la Kultur Etxea de Mamariga (Santurtzi) que este año tenían como lema “Mujeres construyendo alternativas” han participado mujeres de diferentes colectivos contándonos sus experiencias personales, sus luchas, sus logros. Poner cara y voz a todas estas mujeres ha sido emocionante y ha removido aún más esa conciencia de necesidad del cambio en mi interior en cuanto a que otro modelo de consumo es posible.

No vengo a convenceros de nada sino a invitaros a que echéis una ojeada a vuestro alrededor y de ver a cuántos productores locales conocéis o cuantas marcas y comparéis. Conocemos más industrias y distribuidores que productores locales. Quizás no conozcamos las realidades de nuestros productores, sus dificultades, sus iniciativas, sus propuestas y seguro que hay más de uno de vosotros que tiene curiosidad. Yo tengo suerte. Cada día conozco más productores, más proyectos vitales, opiniones y palabras nuevas. Por eso el título del post “ecológico versus agroecológico”. El concepto agroecológico engloba mucho más que el término ecológico. Implica la producción local e incluso las relaciones sociales o entre nosotros. La industria y los distribuidores se aprovechan del desconocimiento del público quien muchas veces confunde los términos, distribuyendo productos “ecológicos” porque es un sector de mercado que aún no tenían explotado y ahora les resulta rentable. Hemos de ser cautos y de informarnos del origen de todos esos productos y de intentar conocer cómo han sido producidos más allá del terreno o sistema de cultivo empleados. Es poner un punto de partida y de añadir una preocupación más a tu forma de adquirir los alimentos.

Podríamos hablar largo y tendido de todas las dificultades a las que se enfrenta el sector primario para hacer que lo que se produce aquí se venda aquí a precios razonables porque otro pensamiento y forma de consumir tienen cabida. Otra relación con tus productores es posible, pero primero las tenemos que conocer, darles una oportunidad. En mi mano está, por ejemplo, comer verduras y carne de cerdo de la cesta que nos trae Iñaki, leche y yogur de Helen, queso de Esnetik, grano y harinas del Rincón del Segura. Mis productos tienen nombre y en ocasiones apellido 🙂 Sé de dónde vienen y cómo se producen. ¿Ventajas? Darme la tranquilidad de que estoy apoyando a un sector que de otra forma quizás no daría salida a su producto o estarían bajo el yugo de los distribuidores quienes negocian a costa de precios y plazos con condiciones en ocasiones asfixiantes para los productores.

Ayer viernes tarde tuve la gran suerte de presentar una mesa con:
– Arantza de Equipare, englobada en una red de redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS).
– Ainara de Txaramela Pasta
– Elena de 220º Espacio de cocina alternativa
– Lurdes de Mamiki.

Esta mañana de sábado hemos estado con:
– Nadia y Mar, baserritarras de Basortu Elkartea que además están arrancando un proyecto de conservera en cooperativa que se llama Maskilu y que están recaudando dinero para ponerla en marcha (os pongo el video que está muy simpático).
– Maite, redera de Ondarroa
Alazne, baserritarra de Iurreta

 

En resumen, todas coinciden en que:

  • Se debe dar prestigio y valor a todas las tareas ligadas a la tierra pero también a aquellas ligadas a los cuidados y a la crianza más allá del mero valor económico.
  • Lo importantes que son las redes a la hora de dar apoyo y ayuda sobre todo a las que están empezando. La colaboración es fundamental para desarrollar los proyectos.
  • El peso específico que tienen todas las pequeñas iniciativas que se realizan tanto desde las políticas feministas como a partir de movimientos y espacios auzo-gestionados (auzo significa barrio en euskera), grupos de consumo.
  • Que hay que huir del “folklorismo” de los mercados que se organizan en pueblos y que en ocasiones no ayudan a dar prestigio a lo agroecológico ni a la venta y difusión de los productos.

En nuestra mano está darlo a conocer y seguir manteniendo el contacto con ellas. Mi blog es un espacio que también es reivindicativo y quiero difundirlo, que se conozca, que se haga viral en lo posible. No me enrollo más 😉

De paso os comento que esta semana he aprendido a hacer sushi con hojas de acelga y que estoy elaborando conservas vegetales caseras para darle salida a los productos de mi cesta agroecológica 😀 Ya os lo iré presentando en el blog, pero todo a su tiempo.

Fuente: http://www.lachicadelasrecetas.com/

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