La cesta de esta semana viene muy bien acompañada de lechuga, escarola, ajo, guisantes y habas o alubias. Seguimos disfrutando de las dulces naranjas del mediterraneo. Viene una buena dosis de proteínas porque nos ponemos al día con todas las carnes: el pollo y el cerdo fresco – para quienes lo teníais pendiente- de Iñaki . Además vienen la ternera de Míkel y las morcillas de Olatz.
La receta
Lo mejor de este plato es que no se pierde ningún rico nutriente de las leguminosas porque al estar en crudo va directo a nuestro organismo, aprovechando muy bien sus beneficios; como esta receta sólo se puede hacer con guisantes y habas frescas hay que aprovechar ahora porque cuando pase la temporada sólo tendremos ganas de que vuelva de nuevo para hacerla otra vez. Aprovechando que nos viene las habas junto a los guisantes, haremos esta receta con las dos leguminosas; aunque también se puede hacer sólo con guisantes o sólo con hablas. Esta receta es una combinación de guisantes y cereales que proporciona los aminoácidos necesarios para producir proteínas, es decir, la combinación excelente para nuestro organismo.
Ingredientes
- Guisantes y habas pequeñas frescas (un puñadito por persona)
- Un manojito de hojas de hierbabuena
- Queso parmesano grana padano
- Aceite de oliva
- Zumo de 1/2 limón
- Unas rebanadas de pan
- 1 bola de mozzarella
Elaboración
Seguro que tenemos un buen mortero, para machacas las habas con los guisantes y las hojitas de hierbabuena bien hasta que quede una pasta tipo paté. Si no tenemos mortero, lo hacermos con el procesador de alimentos o con la batidora batiendo bien hasta que quede una pasta fina.
Agregamos un poco de parmesano recién rallado, el zumo de un limón y aceite de oliva. Probamos y vamos añadiendo un poco de queso si lo queremos mas acentuado de sabor o unas gotas mas de limón por si está flojito. A mi me encanta también con pimienta o con media gindilla. El arte está en ir jugando con el sabor y el gusto de cada una. No le he puesto sal porque el queso ya hace esta función.
Este paté lo servimos untado sobre las rebanaditas tostadas del pan de Arantza con un trocito de queso fresco encima; lo regamos con otro poco de nuestro delicioso aceite de oliva para ligar todos los ingredientes.
Ta-tan! Ya tenemos un cena rápida y exquisita o un pintxo fresquito para empezar la comida del mediodía con gusto!
Nuestros amigos los guisantes
- Problemas cardíacos: los guisantes tienen todo lo necesario para ser un alimento cardiosaludable, tal como habéis podido comprobar. Además, carecen prácticamente de grasa y de sodio, dos sustancias que en exceso son contraindicadas en casos de patología cardíaca. Es recomendable añadir los guisantes en la dieta de aquellas personas que sufren de insuficiencia cardíaca, lesiones de las válvulas, miocardiopatías (degeneración del músculo cardíaco) y por supuesto, de angina de pecho o de infarto.
- Trastornos del sistema nervioso: los guisantes son un alimento muy nutritivo, que además es rico en vitaminas del grupo B y en minerales necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Conviene incluirlos en nuestra dieta en caso de debilidad nerviosa, neurastenia, irritabilidad, depresión, insomnio y otros trastornos funcionales.
- Embarazo y lactancia: por su riqueza en proteínas (especialmente combinados con cereales), vitaminas y minerales, los guisantes son un alimento apropiado para complementar la dieta de mujeres embarazadas o en fase de lactancia. Además, son ricos en folatos, sustancia recomendable debido a que su consumo evita malformaciones congénitas del sistema nervioso en el feto. Sin embargo, al ser una sustancia fácilmente destruible con el calor, es importante consumirla en crudo.
- Diabetes: el almidón del guisante se transforma lentamente en glucosa durante la digestión, lo cual hace que sea bien tolerado para aquellas personas diabéticas.
Os dejamos más información sobre las propiedades de los guisantes.
On egin!