El PNV, PP Y PSOE han dado el sí al TTIP (Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversión) reconociendo el informe sobre el acuerdo entre Europa y EEUU. El grupo de izquierda votó en contra, con los votos de EH-Bildu, Podemos e IU.
El documento obtuvo el respaldo de 436 parlamentarios, 241 votaron en contra y 31 se abstuvieron. A favor se posicionaron conservadores, populares, socialdemócratas y liberales, entre ellos el PNV. En contra votaron las fuerzas que suman en el grupo de izquierda: EHBildu, IU, Podemos, Sinn Fein o Syriza.
La votación sobre el TTIP ha estado envuelta en la polémica, que se realizó el 8 de julio y no, como estaba previsto, el 10 de junio, cuando el presidente del Europarlamento Martin Schulz decidió posponerla. El grupo de izquierda criticó esta decisión y consideró la maniobra un modo de ganar tiempo, dado que en ese momento existían opiniones encontradas en el grupo socialdemócrata y el resultado de la votación no estaba nada claro. Durante el mes que se ha retrasado la votación el grupo socialdemócrata ha optado mayoritariamente por votar a favor del TTIP.
El tribunal de arbitraje para dirimir los desacuerdos entre inversores y estados (ISDS en inglés) ha sido uno de los motivos de las dudas en el grupo socialdemócrata. Las compañías podrían denunciar a las administraciones en caso de que considerasen una ley o decisión contraria a sus intereses. El documento aprobado por el Parlamento Europeo ha recogido que el ISDS esté formado por jueces y que se recoja la posibilidad de interponer recursos a las decisiones que éste adopte. Los precedentes no son nada halagüeños para poder confiar en la independencia de este tipo de organismos. En 1994 Canadá, México y EEUU firmaron el acuerdo NAFTA, que incluye un ISDS. Castigó al gobierno canadiense con una multa de 265 millones de euros por denegar la posibilidad de abrir una cantera a una empresa estadounidense.
EL PRINCIPIO DE PREVENCIÓN (UE) NO ES COMPATIBLE CON EL PRINCIPIO DE RIESGO (EEUU)
El movimiento Etxalde ha mostrado su oposición clara al TTIP y así lo hizo público en un documento presentado en Astigarraga el pasado mes de abril. Entre otras cuestiones, el documento subraya que en Europa existe el concepto de «la granja a la mesa» que es un término técnico aceptado sanitariamente, que quiere decir que una producción agraria sana es un alimento sano. Esto conlleva aplicar un principio de prevención y de ahí las normativas sanitarias que se exigen en la producción y que en el caso de las carnes son el acondicionamiento de los locales del ganado, la alimentación y condiciones del agua, así como la trazabilidad en toda la cadena. Se ha podido comprobar que cuando se introducen elementos de riesgo sin garantizar el principio de precaución en la producción ,se han dado crisis sanitarias, un ejemplo fue la utilización de harinas de carne y la crisis de las vacas locas.
Fuente original: elikaherria.eus