En el Estado Francés, el departamento de Gironde tiene ya muy avanzada una nueva iniciativa, crear una seguridad social para la alimentación.

La idea lanzada en 2017 se basaría en tres ideas principales: al igual que ocurre con la tarjeta vital cuando vas al médico, a esta tarjeta alimentaria tendría derecho todo el mundo, independientemente de sus ingresos. Los productos elegibles para este sistema serían elegidos cuidadosamente de manera democrática, con el objetivo de mejorar la calidad de los alimentos y promover una mejor renta para los agricultores, particularmente en modelos ecológicos y de circuito corto, para facilitar la transición a ese modelo agrícola.

La financiación de esta seguridad social para alimentos, cuyo coste se estima en 120.000 millones de euros anuales, sería aportada por las cotizaciones de todos los contribuyentes.

En estos momentos están desarrollando lo que podríamos considerar una prueba piloto autofinanciada. Desde finales de enero hasta fin de este año trabajan centrados en un “fondo común de alimentos” que es sufragado por unos cientos de personas que contribuyen al sistema aportando entre 1 y 150 € mes, para recibir una asignación de alimentos de 100 € mensuales cambiados a moneda local.

Las aportaciones, que varían según la situación económica de cada uno, financian parte del programa,  y el resto es financiado por las organizaciones locales que participan en el programa.

El usuario tipo son personas que se encuentran en situación de inseguridad alimentaria. El porcentaje de personas que se encuentran en esta situación ha sufrido un incremento de un 22 % durante los primeros tres meses de la campaña de invierno 2022/23 en comparación con el año pasado, con un fuerte aumento de las solicitudes de familias con niños muy pequeños.

Las cada vez más personas que padecen inseguridad alimentaria no son aquellas que entran en los parámetros de pobreza extrema. Son aquellas que carecen de un acceso regular a alimentos nutritivos y suficientes, por lo que presentan mayor riesgo de diversas formas de malnutrición y mala salud.

¿Y EN EUSKAL HERRIA?

En la parte norte del país se encuentran en estos momentos en un proceso de debate para definir cuál va a ser el modelo que establezcan para llevar a cabo esta iniciativa.

Nosotros por nuestra parte desde Oleta Baserria llevamos a cabo la iniciativa Funtsezko-Ekobono, de la cual ya os hemos hablado en anteriores ocasiones, se trata de un bono de 100 puntos, que cada persona paga en función a su capacidad adquisitiva y que da acceso a alimentos ecológicos, locales y de calidad.

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